Saliendo de la escalera me enfrento a un hombre de yeso. Su tamaño es imponente, y su rostro decidido a enfrentar lo que se le venga por delante. Es un soldado, pues va vestido como un legionario del antiguo ejercito romano, y sujeta un escudo. Su nombre es (o era) Jorge de Capadocia, mejor conocido como San Jorge.
La obra original perteneció al famoso Donatello (otro grande del Renacimiento italiano), y era de mármol. Esta copia es anónima y de otro material, pero ciertamente conserva un espíritu mágico y heroico. La leyenda coloca a San Jorge como un soldado romano que fue ejecutado tras admitir su cristiandad, luego de que la persecución de los cristianos fuera decretada por el emperador. El culto a su figura surgió poco tiempo después, junto a muchísimas historias acerca de una vida llena de milagros e intercesiones divinas. Al ver esta imagen, e incluso sin saber a quien estoy viendo, no puedo evitar pensar en un héroe de tiempos ya olvidados, pero cuya leyenda sigue viva en algún lugar de este mundo.
Del blanco yeso, pasamos al oscuro bronce. Y de este material puedo rescatar una extensa variedad de esculturas:
"Niña Peinándose" de Albert Bartholomé |
"El Mendigo" de Simón González |
"El Tambor en Descanso" de José Miguel Blanco |
"Madre Araucana" de Virginio Arias |
Ante la atenta presencia de quien pensé se trataba de un gran emperador del oriente, concluyo mi travesía. El hombre que vemos aquí es ni mas ni nada menos que Lorenzo de Medicis, y consiste en una copia en yeso (anónima) del original hecho por Miguel Ángel en mármol. Pese a las rupturas en el cuerpo, fácilmente apreciables, el poder que ostentaba este personaje es difícil de pasar por alto. Una de las familias italianas mas poderosas de todos los tiempos. Me despido presentándoles al "Señor de Florencia", el mas conocido de todos los Medicis. Y el más poderoso de todos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario